La Santa Sede expresó este jueves, a través de un comunicado, que la Iglesia Católica debe aprender duras lecciones de su pasado y que el Papa Francisco se encuentra al lado de las víctimas en el escándalo de abusos sexuales cometidos por 300 sacerdotes en Pensilvania, Estados Unidos.
«Hay dos palabras que pueden expresar los sentimientos frente a estos horribles crímenes: vergüenza y dolor… Las víctimas deben saber que el papa está de su parte. Aquellos que han sufrido son su prioridad, y la Iglesia quiere escucharlos para erradicar este trágico horror que destruye la vida de los inocentes», expresó el portavoz del Vaticano Greg Burke.
«Los abusos descritos en el informe son criminales y moralmente reprobables. Estos hechos han traicionado la confianza y han robado a las víctimas su dignidad y su fe», expresó el comunicado.
La Santa Sede empuja a estar en constante reforma y vigilancia en todos los niveles de la Iglesia Católica, para garantizar la protección de los menores y de los adultos vulnerables. Subraya también la necesidad de obedecer a la legislación civil, incluida la obligación de denunciar los casos de abusos a menores», apuntó.
El comunicado del Vaticano fue emitido luego de que la Corte Suprema del estado de Pensilvania publicara este jueves un informe de un gran jurado que documenta 300 casos de «sacerdotes depredadores» sexuales en seis diócesis.
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