Un ciudadano estadounidense y su hijo, oriundo de Texas, figuran entre las 84 víctimas fatales luego que un terrorista impactó su camión contra una multitud reunida en la ciudad francesa de Nice.
Sean Copeland, de 51 años y su hijo de 11 años Brodie estaban de vacaciones junto a su familia en la región sureña de Francia y decidieron asistir a las celebraciones con juegos pirotécnicos del Día de la Bastilla.
Sean era el vicepresidente de la división de software de la Corporación LexMark.