El Vaticano suspendió de sus funciones durante 10 años al sacerdote español José Manuel Ramos Gordón, quien fue acusado de cometer abusos sexuales contra varios niños en un colegio del Norte de España entre los años 1981 y 1984.
La Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano investigó todas las denuncias en contra del curita y determinó que éste «degenerado» no podrá ejercer su oficio y tendrá que vivir recluido en un monasterio o convento ubicado fuera de su parroquia.
A través de una rueda de prensa confirmaron los delitos graves de abuso sexual contra menores de edad el cual esta tipificado en el canon 1395.
El obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez,expresó su «dolor» por la gravedad del delito cometido y le pidió «perdón en nombre de toda la comunidad diocesana».