Un bebé quedó con una de sus orejas cercenada luego de que un equipo médico decidió realizar una cesárea a la embarazada identificada como Karla Araceli, durante un apagón en México.
El polémico caso de la mexicana ha conmocionado al mundo, debido a que ella denunció haber sido sometida a la cesárea en momentos en que no había luz eléctrica en el hospital privado en el que estaba siendo atendida.
“No me quiero operar así, no me quiero morir”, fueron las suplicas de la madre cuando los “expertos” en la salud la ingresaron a un quirófano en el que solo tenían disponible la luz de un celular en la Clínica Internacional de Especialidades, en la ciudad de Mexicali, México.
Según el testimonio de la madre, la cesárea estaba programada para el 6 de junio, pero al no posponerla y realizarla prácticamente a oscuras, los médicos le cortaron la oreja al bebé.