El señor Pablo Córdova, de 51 años, se encuentra feliz, en medio de la tristeza que embarga al pueblo de Ecuador por el devastador terremoto ocurrido el pasado sábado, tras haber sido rescatado luego de pasar 40 horas bajo los escombros bebiendo su orina para poder sobrevivir y aferrado su teléfono celular.
El confesó que una de las primera cosas que hará será devolver el ataúd que su esposa ya le había comprado. Y es que no es para menos su pareja Sonia Zambrano había perdido las esperanzas de hallarlo tras derrumbarse el hotel El Gato, de 5 pisos, donde ha laborado en la últimas dos décadas.
«Soy al único que han encontrado vivo y creo que es un milagro», dijo el hombre que contó que bajo sus piernas encontró una linterna y que la batería de su viejo celular le duró porque lo apagaba constantemente hasta que por fin el pasado lunes agarró señal y pudo llamar a sus familiares a decirles que estaba vivo… por suerte tenía saldo en el teléfono», aseguró.
Este hombre sobrevivió calmando la sed con su propia orina, antes de poder pedir auxilio telefónicamente. «¡He vuelto a nacer! Pero mi mujer ya me estaba organizando el velorio», bromeó el ecuatoriano.