En Kenia, una organización católica internacional junto a una agencia privada de ADN, realizarán una campaña para identificar a niños supuestamente engendrados por sacerdotes en ese país.
La novedosa campaña anima a mujeres kenianas que alegan haber tenido relaciones con sacerdotes católicos a someter a sus hijos a pruebas de paternidad.
Una vez se obtengan los resultados, en un plazo de unos 30 días, la organización tiene previsto presentar un informe confidencial a la Iglesia Católica y al Vaticano.
Son varios los eclesiásticos acusados en el país de romper su voto de castidad, engendrar descendencia y abandonar después a los menores.
Algunos de los casos denunciados han llegado a los tribunales, pero la mayoría siguen tratándose lejos de los focos debido al tabú social que representan.