El presbítero Jordi Jorba Navarro fue acusado el pasado 5 de julio del 2018 por haber abusado sexualmente a un niño de tan sólo 13 años de edad en la Parroquia Asunción de la Virgen, pero fue hasta hace unos días que la Diócesis San Juan Bautista, en la ciudad de Calama, entregó las pruebas a las autoridades de justicia de Chile.
Los informes también fueron enviados a la Congregación para la Doctrina de la Fe en el Vaticano, organismo que analiza los casos de pederastia al interior de la Iglesia. Actualmente, el cura está suspendido de sus tareas sacerdotales y está prohibido de celebrar misas mientras se aclare esta situación.
El papa Francisco giró la orden a la Iglesia Católica de Chile de colaborar expresamente con la Fiscalía de ese país en las numerosas investigaciones sobre los abusos sexuales perpetrados por sacerdotes católicos contra niños, niñas y adolescentes los cuales fueron perpetrados desde hacia varios años.
En Chile existen 119 expedientes contra sacerdotes pedófilos. La Fiscalía Nacional de ese país investiga a 167 personas relacionadas con la Iglesia y tiene 178 víctimas registradas, incluyendo 79 menores de edad.