La señora Anna Shestakova, de 78 años, denunció que un párroco llamado Alexander Gruzlev, le pidió prestados todos sus ahorros y tras recibir el dinero, desapareció.
El párroco, se quejaba porque supuestamente no podía pagar la hipoteca de la iglesia, por lo que conmovida por los problemas económicos que atravesaba el clérigo, la anciana escribió un testamento que le beneficiara.
Como si eso fuera poco, el hombre logró convencer a la devota mujer para que sacara todo el dinero que tenía en su cuenta bancaria, lo que superaba los 9 mil dólares.
Según la anciana, el cura le pidió el dinero prometiendo devolverlo luego de cancelar el crédito y vender el apartamento, pero nunca lo hizo.
En vez de eso, Gruzlev cambió su número de teléfono y se trasladó a otra parroquia sin decírselo a Shestakova. La anciana contó que las empleadas del banco intentaron disuadirla de hacer la operación y miraban al clérigo, que la acompañaba en esos momentos, «como a un ladrón».