El sacerdote tico Mauricio Víquez Lizano, circulado por Interpol por el delito de abuso sexual en contra de varios niños, fue capturado por las autoridades mexicanas.
Víquez se encontraba huyendo de las autoridades ticas desde hacía 6 meses, pero ahora será extraditado a Costa Rica, donde enfrenta cuatro denuncias por abuso sexual.
El hombre podría pasar preso hasta 18 años.
Víquez fue portavoz de la Iglesia Católica en temas de familia incluso después de que las víctimas lo habían denunciado ante la Arquidiócesis de San José, en Costa Rica.
Fue por eso que dos de las víctimas denunciaron al sacerdote y relataron los episodios de masturbaciones colectivas, las sesiones de pornografía, los tocamientos y casos de penetración a los que el sacerdote sometía a sus monaguillos, según las denuncias.
La expulsión como miembro del clero, sin embargo, no ocurrió hasta que detonó el escándalo en los medios locales.