Este hombre dejó que otro le pasara un taladro con un cepillo para pelo en llamas por la cabeza y todo salió mal.
La herramienta encendida ocasionó que al hombre se le quemara una parte de su cabello. Él aguantó el fuego en su pelo hasta que otra persona le roció un líquido combustible que le prendió la cara.
El joven salió corriendo, asustado y le arrojaron agua para apagar el fuego. Por ahora se desconoce la razón de este extraño y peligroso experimento.