El órgano de 8.000 tubos de Notre Dame no sufrió daños en el devastador incendio que la semana pasada arrasó parte de la icónica catedral de París, señaló un especialista que lo evaluó.
Pascal Quoirin, quien restauró el instrumento en 2017, determinó que no hubo daños por causa del fuego que destruyó gran parte del techo del templo y derrumbó la aguja.
«Tras pasar dos horas examinando la parte instrumental, no noté ningún daño que pudiese haber sido causado por el fuego”, explicó Quoirin.
Según el experto, el termómetro ubicado en el interior del órgano mostró que la temperatura no superó los 17 grados Celsius (63 Fahrenheit) el día del siniestro, lo que aseguró que no se produjeran daños en los componentes electrónicos o los tubos.
Quoirin recomendó proteger el instrumento con una urna impermeable, limpiarlo y tocarlo de forma regular durante las labores de restauración, que podrían extenderse al menos hasta cinco años, aunque un nuevo proyecto podría reducir la espera.