Un niño de dos años murió en un mercado de Luxemburgo tras caerle una escultura de hielo.
Samuel Girault, autor de la escultura, fue interrogado por la policía y aseguró que esta no pudo caer sola, ya que contaba con una base de unas dos toneladas.
Los servicios médicos llegaron rápidamente al lugar y trataron de reanimar al menor antes de transportarlo en ambulancia. Sin embargo, resultó tan gravemente herido que murió en la ambulancia.
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