“Mamá, soy gay», le dijo Jamel Myles, de 9 años, a su madre, Leia Pierce. «Estaba tan asustado. Y le dije: “Aún te amo”.
El temor que tenía el pequeño de manifestarse públicamente a temprana edad no era por su madre, sino por lo que podrían pensar sus compañeros de cuarto grado en la escuela Joe Shoemaker Elementary School en Denver.
«Fue a la escuela y dijo que le contaría a la gente que era gay, porque él estaba orgulloso de sí», contó su madre. El niño además le dijo que quería comenzar a vestirse como mujer, porque él se sentía mucho más cómodo.
«Mi hijo le contó a su hermana más grande que los niños le decían que se matara. Estoy triste de que él no viniera a mí», dijo Leia. «Estoy enojada porque él pensara que era la única opción».
«Deberíamos tener mayor responsabilidad por el acoso escolar. Creo que los niños deberían tenerla. Porque saben que está mal. Ellos no querrían que alguien se los hiciera. Creo que los padres son responsables porque, obviamente, les están enseñando a ser así, o los están tratando de esa manera», dijo furiosa la madre del pequeño niño.
El Distrito Escolar de Denver indicó que provee soporte psicológico a la familia del pequeño Jamel. Y un comité de crisis trabaja en la institución educativa.