Europa y Rusia lanzaron una nave en una misión conjunta para buscar señales de vida en Marte y llevar a los humanos un paso más cerca de viajar al planeta rojo.
La nave, que forma parte del programa ExoMars, despegó del cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, a bordo de un cohete Protón, en el comienzo de un viaje espacial de siete meses.
La misión lleva una sonda para estudiar gases como el metano -un componente químico que en la Tierra está fuertemente ligado a la vida-, que fue detectado en anteriores misiones a Marte como un elemento de su atmósfera.
Los científicos creen que el metano podría proceder de microorganismos, llamados metanógenos, que o bien se extinguieron hace millones de años y dejaron gas congelado bajo la superficie del planeta o siguen sobreviviendo como organismos productores de este gas.
La nave desplegará en Marte un dispositivo que probará las tecnologías necesarias para poner en funcionamiento un ‘rover’ en 2018, un paso más en la superación de los retos tecnológicos prácticos que podrían enfrentar posibles vuelos futuros tripulados.
“Estoy seguro de dentro de 20 ó 30 años llegará el momento para que vayan humanos al planeta”, comentó Thomas Reiter, director de Vuelos Tripulados y Exploración Robótica de la agencia europea.