La ciudadana británica Carmen Greenway, de 41 años de edad, madre de dos niños, murió después de caerse de su bicicleta mientras se tomaba una selfie junto a sus amigas en el Reino Unido.
Esta diseñadora gráfica, quien no portaba su casco de seguridad, decidió tomarse una fotografía mientras conducía su vehículo de dos ruedas con sus amigas ciclistas que iban delante de ella; con tal mala suerte que segundos después perdió el control y se cayó fracturándose seriamente la cabeza.
Carmen, quien era una aficionada al ciclismo, murió a tan sólo unas cuadras de su casa ubicada en la ciudad de Londres mientras regresaba de celebrar el cumpleaños de su mamá, durante la cual se había tomado dos coctails y cuatro vasos de vino en una discoteca.
Ella, quien es descrita como una mujer fuerte, en forma y saludable fue trasladada al Hospital Santa María en Paddington donde falleció seis días después tras sufrir un paro cardiorrespiratorio.
Ella dejó viudo a su esposo Rufus y dos hijos de 13 y 14 años de edad. Su marido declaró que si hubiese llevado el casco hubiera salvado su vida.