Una mujer identificada como Sophie Masala asesinó y desmembró a una compañera de trabajo porque siempre le cayó mal en Francia.
La asesina de 55 años golpeo a la víctima con una botella de vidrio quebrada, la descuartizo en su apartamento con una sierra y posteriormente echo los restos en una bolsa para botarlos en las aguas del Canal del Mediodía.
Tambien se conoció que Sophie Masala, ocupaba el teléfono en la occisa para enviar mensajes y así simular que estaba con vida.
Por el crimen, Masala no fue castigada con cadena perpetua sino con una condena de 27 años en prisión. En su defensa fue declarada como alguien en estado depresivo.
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