El examen de las dos cajas negras del vuelo GE235 de TransAsia siniestrado el pasado miércoles en Taiwán reveló el envío de cinco alertas automáticas de pérdida de empuje para mantenerse en vuelo por la falla de los dos motores de la nave.
El director ejecutivo del Consejo de Seguridad de Vuelo, Wang Xingzhong, agregó que el piloto comunicó a la torre de control que el motor prendió fuego, algo que suele ocurrir cuando la combustión resulta defectuosa, sin embargo, añadió que el análisis de las cajas negras muestra en realidad que el motor entró en un régimen inactivo sin que se cambiara la presión del combustible, pero reduciendo el empuje de la hélice.
Así mismo, Xingzhong agregó que el aparato de TransAsia despegó desde el aeropuerto de Songshan y tres minutos después chocó contra una autopista elevada, para finalmente caer al río Keelung.
Detalló que poco después del despegue de la nave, se paralizó el motor derecho, por lo que el piloto y su segundo enviaron la primera señal de alerta y trataron de reactivarlo, seguidamente, se produjo una falla en el segundo motor y un intento frustrado de activarlo nuevamente.
“El motor derecho se encendió y provocó una alarma en la cabina. El motor izquierdo se apagó automáticamente y el piloto intentó ponerlo en marcha pero no lo consiguió”, dijo Wang.
Por su parte, el experto aeronáutico taiwanés, Eddie Yu, explicó a Efe que aunque los aviones bimotores turbohélice, del tipo del siniestrado ATR 72-600 pueden volar con un solo motor, no es fácil maniobrarlos si el fallo ocurre cuando el aparato no ha alcanzado una velocidad y altura de crucero.
“En primer lugar, en el vuelo con fallos de motor se pierde potencia y se entra en lo que se denomina “empuje asimétrico”, es como conducir un automóvil con las ruedas izquierdas bloqueadas y las derechas con algo de bloqueo también”, agregó Yu.
Según los últimos datos recogidos, 34 personas perdieron la vida, 15 resultaron heridos y ocho se encuentran desaparecidos. Hasta los momentos, las autoridades realizan labores de búsqueda en el río entre dificultades por la falta de visibilidad y el frío.