La explosión de un potente mortero le cercenó en las últimas horas cuatro dedos de la mano a un adolescente en El Progreso, Yoro, Honduras.
«Un niño de once años sufrió el impacto de un mortero en su mano y ha perdido cuatro dedos», confirmó el médico que atendió al menor.
También explicó que «cuando los familiares vienen a quí hospital Mario Rivas vienen asustados, dicen que son descuidos».
Según el doctor, el proceso curativo puede ser corto, pero «el resto de su vida esta persona va a vivir con esta discapacidad por la falta de los cuatro deditos de su mano».
El galeno aconsejó que «tenemos que pensar que nuestros niños están sanitos y de un momento a otro por una desgracia de este tipo puede cambiar el futuro de vida».