Un paquete sospechoso, que se temió pudiera ser un artefacto explosivo, sobresaltó hoy martes el despertar alrededor de la selección española en Burdeos, Francia.
En estado de máxima alerta tanto por la amenaza terrorista que existe en toda Francia durante la disputa de la Eurocopa como por los disturbios de los hooligans o el descontento social de gran parte de la población, cualquier sospecha, por pequeña que sea, provoca una gran movilización en la policía francesa y esto es lo que ocurrió frente al hotel en el que se aloja la selección.
Pocos minutos después de las ocho de la mañana hora local fue descubierta una mochila dentro de un carro de supermercado en la Rue Georges Bonnac, a escasos 50 metros de la entrada del hotel Burdigala, donde desde ayer se encontraba alojada la selección española.
La policía francesa acordonó inmediatamente la zona, impidiendo tanto el tráfico de automóviles como de peatones, y trasladó comunicación a un grupo especial de operaciones del cuerpo, junto al que llegó también, de forma mucho más discreta, una dotación de bomberos.
Al cabo de poco tiempo, poco antes de las nueve de la mañana, los especialistas de la policía francesa descubrieron que se había tratado de una falsa alarma puesto que la mochila sospechosa era totalmente inofensiva.