Un gorila de un zoológico de la ciudad de Cincinnati tuvo que ser sacrificado el pasado sábado para salvar a un niño de 4 años que cayó en su jaula.
Harambe, un gorila de 17 años de edad cuya especie está en peligro de extinción y que pasaba unas 400 libras, fue asesinado a balazos diez minutos después de que el niño entró en su jaula y el animal lo agarró. El menor resultó con heridas menores tras el incidente.
Por supuesto esto generó una ola de crítica sobre el actuar de la policía y las autoridades del zoológico por matar al animal y le echaron toda la responsabilidad a los padres del niño por no estar atentos de las acciones de su vástago.
La policía reportó que por el momento los padres no serán acusados.