23 niños fueron a parar directo al hospital luego de que el maestro «Wang» vertiera nitrito de sodio en el desayuno. Este es un químico altamente peligroso y particularmente es utilizado para la conservación de carnes. El hecho sucedió en un jardín de infantes en el centro de China.
Los niños tuvieron vómitos y algunos se desmayaron luego de la comida. 8 de ellos continúan ingresados en un centro asistencial, uno se encuentra en estado delicado, y los otros siete están en observación.
Fuentes policiales citadas por medios chinos aseguran que el profesor podría haber envenenado a los niños para vengarse de uno de sus compañeros.
La escuela ha sido clausurada y el resto de alumnos -el total de niños matriculados ronda los 50- han sido trasladados a otros centros de la zona.