Un niño de 11 años identificado como Rafael fue estrangulado por su mamá Alexandra Dougokenski, de 33 años, según ella porque estaba harta que jugara con su celular.
En su defensa la mujer aseguró que su hijo pasaba hasta altas horas de la noche encerrado en su cuarto y jugando con el celular.
Después de matar a su pequeño la mujer lo reportó como desaparecido, pero cuando los agentes policiales buscaban al menor en un bosque cercano a la vivienda no tuvo más remedio que confesar lo que había hecho.
La mujer que además tiene otro hijo, rompió en llanto y confesó que lo había ahorcado con la ayuda de un tendedero en un ataque de rabia.