Ricardo “N”, alias “Ricky”, un líder de Los Zetas en Tamaulipas, confesó que en el lugar conocido como El Papalote, mataron y cocinaron a más de cincuenta personas para desaparecerlos totalmente.
“Yo vi cómo cocinaban a tu hermano”, dijo “Ricky” al referirse a Daniel Mendiola, de 39 años, quien fue secuestrado por un comando armado de Los Zetas en Ciudad Mante, Tamaulipas.
La organización delictiva pedía 125 mil dólares por su liberación, pero como la familia de la víctima solo les entregó los 25,000 dólares que lograron reunir, volvieron a saber de él hasta que “Ricky” les reveló que lo habían cocinado.
“Ricky” fue sentenciado a 23 años por delincuencia organizada, y aceptó hablar con algunos familiares de desaparecidos, entre ellos, la hermana de Daniel Mendiola, Guadalupe Mendiola.
“Cocinarlos significa reducirlos a cenizas para que nadie los encuentre, para que nadie pueda enterrarlos, para que nadie pueda llorarles, para que se olviden de ellos, para destruirlos por completo”, explicó.
El condenado dijo que a los secuestrados cuyos familiares no pagan los rescates, los queman en un barril agujereado en los lados y por abajo, en donde echan el cuerpo destazado, les echan diésel y le prenden fuego.
La práctica de cocinarlos fue utilizada inicialmente por Los Zetas durante la década pasada en estados como Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila; y aún hoy varios grupos de la delincuencia que continúan ejerciéndola.