Una joven llamada Juana, y que en el mundo criminal era llamada «La Peque», confesó varias de sus actividades cuando pertenecía al temido cártel de Los Zetas en México.
Esta mujer actualmente esta presa en el estado de Baja California, en los Estados Unidos, donde además estudia la secundaria y aprende contabilidad de manera autodidacta.
Ella contó que era encargada de vigilar las carreteras mexicanas y que además ofrecía servicios sexuales a los integrantes de su célula criminal.
También dijo que era la encargada de anestesiar y cortar las orejas de las personas que eran capturadas por el Cártel además los decapitaba y mutilaba varias partes de sus cuerpos.
Los más increíble es que contó que se bañaba con la sangre de sus víctimas y que usaba las cabezas y otras partes mutiladas de sus víctimas para complacerse sexualmente.