Sean Whitcombe, de 17 años, es el joven australiano que sufrió graves heridas después de que 10 tiburones lo atacaran mientras practicaba pesca submarina, en el Golfo de Carpentaria.
Según medios locales, el adolescente fue mordido en el brazo y la pierna cuando salía a la superficie después de atrapar a un pez.
Afortunadamente el menor fue rescatado del agua por sus amigos, quienes le brindaron primeros auxilios a bordo de una embarcación hasta que llegaran los equipos de emergencia.
Pese a las heridas los médicos declararon que Sean ya se encuentra estable y sin riesgo de perder el brazo.