Gritar que había una bomba en el avión que viajaba le costó la cárcel a un hombre de origen italiano justamente antes de emprender vuelo desde el aeropuerto de Oporta, Portugal, en un intento fallido de sembrar pánico y terror entre el resto de pasajeros.
El individuo de 26 años, con evidentes problemas mentales se rehusaba mientras las autoridades intentaban sacarlo de la aeronave, por lo que se necesitaron más fuerzas de seguridad para lograr el operativo.
Posteriormente fue trasladado a las instalaciones policiales en donde fue interrogado. Por fortuna, las operaciones del aeropuerto siguieron trabajando con normalidad.