Uno de los restaurantes más concurridos en la ciudad de Pekín es el Huda, ubicado en la calle de Los Fantasmas, donde la gente acostumbra a hacer largas colas día y noche para consumir sus adictivos cangrejos.
Ahora las autoridades chinas descubrieron el secreto de éste negocio y otros 34 en todo el país que utilizan opio en polvo para condimentar sus platos y volverlos adictivos para sus clientes.
Cinco locales ya están siendo enjuiciados mientras el resto está siendo investigado por la Administración de Medicinas y Alimentos de China.
Sin embargo estos casos no son ninguna novedad puesto que los cocineros acostumbran condimentar sus platos con polvo de opio, que contiene sustancias como morfina y codeína, con la intención de que sus clientes regresen por más aunque según los expertos esas pequeñas cantidades no causan adicción.
Siete restaurantes de la provincia de Ningxia fueron cerrados en 2012 por esa razón y, ocho años antes, otros 215 de la provincia de Guizhou.
Las cápsulas de opio concentrado son fáciles de comprar en los mercados de este país por unos 60 dólares el kilogramo, según informó la agencia de noticias estatal Xinhua.