Obispos católicos en Estados Unidos planean crear una «linea especial» para denunciar a obispos que hayan abusado o acosado sexualmente a niños y adultos, como respuesta al creciente número de escándalos sexuales dentro de la iglesia.
Esta «linea especial» es una de las medidas reveladas el miércoles por obispos para tratar de reconstruir la confianza en la jerarquía de la Iglesia católica de EEUU después de las recientes acusaciones de que obispos han abusado de niños y han encubierto por décadas los crímenes de los sacerdotes.
«Algunos obispos, por sus acciones o sus fallas al actuar, han causado gran daño a los individuos y a la iglesia», indicó el comité administrativo de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, USCCB, por sus siglas en inglés, en un comunicado.
«Han usado su autoridad y poder para manipular y abusar sexualmente a otros. Han permitido que el miedo al escándalo remplazara la genuina preocupación y cuidado a aquellos que han sido victimizados por abusadores.»
La iglesia católica enfrenta una crisis mundial relacionada al abuso sexual a menores. En Estados Unidos, el escándalo se ha enfocado en los líderes de la iglesia después de que el exarzobispo de Washington, Theodore McCarrick, renunciara al puesto de cardenal en julio, seguido de acusaciones de abuso sexual en su contra.
Un reporte del Gran Jurado en Pensilvania reveló en agosto que obispos trataron de ocultar acusaciones de que alrededor de 1.000 niños y adultos fueron abusados por 301 sacerdotes en los últimos 70 años.
La semana pasada, el Papa Francisco ordenó una investigación sobre un obispo en Virginia acusado de acosar sexualmente a adultos.
La conferencia de obispos desarrollará un código de conducta especialmente para obispos, y establecerá políticas para «abordar restricciones de los clérigos que fueron removidos o renunciaron por acusaciones de abuso sexual a menores o acoso sexual o malas conductas con adultos, incluyendo seminaristas y sacerdotes», explicaron en el texto.