Según datos de la Coordinadora de Instituciones Privadas por las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos (Coiproden), Honduras cerró el 2024 con 619 muertes violentas de menores.
Este número refleja que en promedio más de 50 menores y jóvenes pierden la vida al mes debido a la violencia en el país, según el primer informe de Coiproden de 2025. Esto representa una reducción del 13 por ciento respecto a los 713 jóvenes que murieron en 2023.
Solo en diciembre se registraron 24 víctimas, de las cuales 20 eran hombres y cuatro mujeres. Además, 17 de las víctimas eran jóvenes entre los 18 y 30 años, y 7 eran niñas y niños de 0 a 17 años, víctimas de accidentes viales.
Honduras tiene más de dos millones 912 mil 744 niñas y niños menores de 17 años, quienes representan un grupo muy vulnerable ante la escalada de violencia. Este tipo de violencia impulsa la migración irregular, con muchos menores saliendo del país por temor a su integridad física.
La mayoría de los casos de muertes de menores a causa de la violencia se encuentran en Francisco Morazán, Cortés y Olancho.