Fuentes confidenciales mencionaron a un diario de circulación nacional que la víctima fue introducida al carro aún con vida, luego de que la amarraron de pies y manos en una vivienda cercana, donde permanecía retenida tras el no pago de una deuda.
Las autoridades fueron alertadas sobre el hallazgo de un vehículo completamente envuelto en llamas; al llegar al sitio se ubicó el cuerpo que tenía una camisa azul y estaba quemado en un 90%.
Para cuando los bomberos llegaron la puerta de la cajuela estaba abierta y goteaba mucha sangre desde el interior, donde rociaron gasolina para convertirse en un verdadero infierno. Luego de 3 minutos el fuego fue controlado y se pudo ver que el adulto estaba boca abajo.
Trascendió que el tanque de combustible se ubica en la parte de abajo de la cajuela del auto que llegó a una calle de lastre por donde no transitan muchos carros, es oscura y la vivienda más cerca está a más de 1 kilómetro.
La policía no descarta que el fallecido no sea de la zona y esté vinculado con el narcotráfico, sus asesinos podrían haber escapado a Panamá tras cometer la encomienda. Un lugareño, que por temor a represalias no se identificó, aseguró que todo obedece a un problema de drogas con una banda rival en la Zona Sur que había perdido toneladas de cocaína que transportaban en avionetas precipitadas en tierra.
“Después de los decomisos que hizo la policía en Guanacaste y Puntarenas, parte de la organización tuvo que movilizarse de sus puestos donde estaban acarreando los cargamentos, ya que el ambiente está caliente. Lo que se pierde no se recupera y los jefes no aceptan excusas, el no coronar con la carga dejó algunas deudas que terminan de la forma más cruel”, relató.
Agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Ciudad Neily recolectaron evidencia y realizaron el levantamiento del cuerpo que fue trasladado a la morgue, donde le practicaron la respectiva autopsia que determinará las causas de muerte como su identidad.