El mayor incendio forestal en la historia de California seguía avanzando por los bosques el martes, mientras los bomberos trataban de proteger a las comunidades rurales de las llamas que han destruido cientos de hogares.
Los cielos despejados sobre algunas partes del incendio Dixie, que lleva un mes ardiendo, han permitido que los aviones se unan a cerca de 6.000 bomberos en el combate a las llamas esta semana.
“Si podemos o no volar depende en gran medida de dónde se encuentre el humo. Sigue habiendo zonas en las que hay demasiado humo”, comentó Edwin Zuniga, portavoz del departamento de bomberos.