El gobierno francés reconoció que su país atravesa una crisis luego que este sábado la protesta de los «chalecos amarillos» y su enfrentamiento con la policía dejó varios heridos y severos daños materiales.
Bruno Le Maire, ministro de Economía y Finanzas, reconoció hoy que la violencia en su país representa una catástrofe para la economía del país: «Es una catástrofe para los comercios, es una catástrofe para nuestra economía», aseveró el funcionario galo.
El presidente de la patronal de la pequeña empresa, François Asselin, informó que la pérdida es de 10,000 millones de euros y que ésto provocará muchos cierres de negocios que están «en primera línea» de los damnificados, tras cuatro sábados consecutivos de protestas.
Sólo el pasado sábado fueron arrestados 1,723 personas en toda Francia, donde aumentó significativamente el número de actos vandálicos.
La zonas más afectadas son los Campos Elíseos, los Grandes Bulevares y los alrededores de la plaza de la República.
París en llamas mientras continúa por cuarto fin de semana consecutivo las protestas de los #ChalecosAmarillos pic.twitter.com/18X8wIS0VD
— La Nueva Radio YA (@nuevaya) December 9, 2018