Tremendo susto se llevó el estadounidense Adam Smith, al encontrar el cadáver de un bebé en la nevera de su madre, en San Louis, Missouri.
El hombre se mudó hace unos meses a la casa de su progenitora para cuidarla, pues había sido diagnosticada con cáncer.
En el lugar, luego que su mamá falleciera, Smith se volvió a encontrar con una caja que su la mujer guardó con mucho recelo durante más de 35 años.
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Desde que Adam Smith era pequeño cuestionó a su madre por el contenido de una caja envuelta en plástico dentro del frigorífico de su hogar.
Su madre siempre le respondió con evasivas y la versión oficial fue que era un pastel de boda congelado y no debía abrirlo, pero se sorprendió al encontrar la caja cuando limpiaba la casa.
«Tengo 37 años y ha estado en ese congelador durante 37 años y siempre me dijeron que era un pastel de bodas», agregó el hombre que abrió la caja y encontró un pie debajo de una cobija de color rosa.
«Todavía tenía piel, cabello y todo, estaba momificado. Después de eso, me asusté, lo puse en la caja y llamé a la policía de inmediato», relató Adam.
Recordó que Bárbara alguna vez le habló sobre un hijo que nació muerto. Otra versión de uno de sus familiares es que fue un parto gemelar, pero uno falleció y el segundo bebé fue dado en adopción.
«Incluso mientras estaba en su lecho de muerte nunca me dijo lo que había en esa caja. Eso es lo que me hace pensar que tal vez ella le hizo algo a este bebé y no quería decirle a nadie porque tenía miedo de meterse en problemas» dijo Adam Smith.