La costa este de Estados Unidos se prepara para el impacto del potencialmente devastador huracán Florence, que llevó a las autoridades a ordenar la evacuación de más de un millón de personas.
Los estados de Carolina del Norte y del Sur y Virginia, los más amenazados, fueron declarados en estado de emergencia, así como Maryland y la capital federal Washington DC, ante el riesgo de lluvias torrenciales e inundaciones.
En su último reporte, el Centro Nacional de Huracanes dijo que Florence avanzaba como un huracán de categoría 5, con vientos de 215 kilómetros por hora.