Muy extraña y hasta misteriosa fue la desaparición del alcalde de Puerto Vallarta las horas posteriores al secuestro de los hijos del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán.
El edil de Movimiento Ciudadano, Arturo Dávalos Peña, apenas dio la cara la noche del martes, a eso de las 20:00 horas, con una llamada telefónica al gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, para decirle que estaba a sus órdenes y que el comisario de la policía municipal había estado atento a los acontecimientos.
La madrugada del lunes, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijos de El Chapo, fueron levantados en un restaurante de Puerto Vallarta.
Y de don Arturo, a quien se le requirió para estar en la conferencia de prensa del lunes, ni sus luces. Nos comentan que el alcalde argumentó que andaba en Guadalajara y que su comisario estaba metido en el caso. Muy conveniente resultó su ausencia, nos hacen notar.