Cuatro niños, entre los 4 y 11 años, que viajaban en bicicleta rumbo a la escuela murieron al ser arrollados por un tren cuando se dirigían a una escuela en Oss, al sur de Holanda.
Los menores iban a bordo de una bicicleta eléctrica, la que se engancha al frente de un vehículo y que permite transportar niños, mascotas o cargas.
En 2017, 206 ciclistas murieron en Holanda, donde hay más de 22 millones de bicicletas para una población de 17 millones que utilizan una de las redes urbanas de ciclo-pistas más grandes del mundo.