Una fundación privada ha elaborado un mapa donde se muestran los lugares en los que clérigos católicos han cometido presuntos abusos sexuales contra menores, un documento que añade presión contra la Iglesia católica en un país donde hasta hace poco era tabú hablar de casos de pederastia en el seno católico.
La fundación “No Tengo Miedo”, que representa a víctimas de abusos sexuales, es la responsable de este mapa en el que se recogen los 255 casos de abuso a niños menores de 15 años por parte de sacerdotes que han sido denunciados en Polonia.
Miembros de esta fundación, así como de otros colectivos que representan a víctimas de abusos en el seno de la Iglesia católica polaca, visitaron hoy el Parlamento, donde se reunieron con los miembros de una comisión parlamentaria centrada en la protección de los derechos humanos.
La reunión llega después de que estos colectivos protagonizasen ayer una protesta en Varsovia para pedir una respuesta contundente de las autoridades polacas ante los casos de pederastia en la Iglesia católica.
“El tema de la pedofilia en la Iglesia es una tarea de la que debe ocuparse con firmeza la administración de justicia, y espero que se tomen todas las medidas necesarias para que cualquier responsable de este tipo de acto sea procesado”, dijo hoy la portavoz del partido gobernante en Polonia, Beata Mazurek.
Más de cincuenta sacerdotes católicos han sido condenados en Polonia por abuso sexual de menores, según esta fundación, que lamenta que en algunos casos los condenados hayan sido asignados a una nueva parroquia tras cumplir su estancia en prisión.
Este informe llega tras el éxito que ha tenido la película “Kler” (“Clero”), una controvertida cinta del director polaco Wojciech Smarzowski, que ha batido todos los récords de taquilla, con casi un millón de espectadores en su primer fin de semana en las salas polacas, superando el récord que hasta ahora ostentaba el film “Cincuenta sombras de Grey”.
“Kler” aborda sin complejos los temas del abuso infantil, las relaciones de pareja, la corrupción, la codicia y el alcoholismo de los religiosos polacos, y ha sido duramente criticada por organizaciones ultraconservadoras, que ven en esta película un ataque injustificado a la Iglesia católica.