El farmacéutico Steven Brandenburg, de 46 años, fue condenado a 3 años de cárcel por haber dañado intencionalmente cientos de vacunas contra el COVID-19, en Wisconsin, Estados Unidos.
El hecho ocurrió a inicios del año, cuando Estados Unidos registraba un elevado número de infecciones y muertes por la pandemia,
En su defensa el farmaceuta dijo que las vacunas eran “obra del diablo”
Brandenburg, farmacéutico que ejercía en la ciudad de Grafton, retiró cientos de dosis de la vacuna Moderna de los refrigeradores del centro médico en el que trabajaba con la intención de arruinar su efectividad.