El gobierno chileno decretó el estado de catástrofe en tres regiones del su del país debido a las existencia de hasta 90 incendios en todo el país, de los cuales la mitad ya han sido controlados por los bomberos.
Los incendios forestales han arrasado casi ocho mil hectáreas de bosques y pastizales, además de decenas de viviendas. En al año dos personas han muerto y centenares han resultado damnificadas.
La mayoría de los siniestros se concentran en la comuna de Carahue donde 15 aviones se encuentran apoyando a los apagafuegos.