228 migrantes indocumentados entraron escondidos hasta Cintalapa-Lazáro Cárdenas, México con destino a Estados Unidos en un camión presuntamente de la empresa Pepsi.
Al revisar el vehículo pesado, las autoridades descubrieron que en vez de refrescos lo que transportaban era una cantidad de extranjeros enrumbados hacia “el sueño americano”.
Entre los desafortunados se encontraban 164 guatemaltecos, 28 hondureños, un ecuatoriano, 2 niños de meses de nacidos y algunos menores de edad. Todos fueron trasladados a Tuxtla Gutiérrez donde fueron entregados al Instituto Nacional de Migración para ser repatriados.
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Los cabecillas de esta infracción ilegal fueron Domingo N de 41 años y Manuel N de 45, quienes según autoridades intentaron sobornarlos para poder pasar libremente con el centenar de personas.
Uno de los viajeros indocumentados confesó que cada uno pagó la suma de 45 mil pesos para poder llegar hasta Oaxaca.
Luego de que la noticia fuera difundida, grupo PepsiCo negó rotundamente que la unidad perteneciera a su empresa y confirmaron que los logos fueron falsificados.
«La unidad detenida por las autoridades no pertenece a nuestra flota de distribución, ni es propiedad de ninguna empresa del grupo, por lo que es apócrifa», aseguró la compañía.
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