Neymar vivió momentos de mucha incertidumbre en el aire, después de que el piloto de su avión privado le advirtiera que debían realizar un aterrizaje obligatorio antes de llegar a su destino.
Producto de un desperfecto mecánico, el jet que venía de Estados Unidos debió tocar tierra en el aeropuerto de la capital de Roraima, en Brasil.
Si bien en un momento la presencia del astro brasileño dentro de la aeronave no estaba asegurada, finalmente se conoció que tanto él, como su novia Bruna Biancardi, su hermana Rafaella y algunos amigos iban a bordo. Afortunadamente todo quedó en un susto.
“Por un problema con el parabrisas, la aeronave necesitó desviarse de la ruta y detenerse en el aeropuerto de Boa Vista”, informaron medios brasileños.
El aterrizaje forzoso se llevó a cabo para evitar problemas de presurización que podrían haber puesto en riesgo las vidas de los pasajeros.