Ángela (nombre ficticio) fue encontrada sin vida adentro de una maleta abandonada en la colonia Juárez, en la Ciudad de México, cuando tenía entre un año y medio y dos de edad, y hace cinco días por fin su cuerpo fue sepultado, luego de un año y un mes sin que nadie lo reclamara.
La sepultura tuvo lugar en el auditorio principal del Tribunal Superior de Justicia de esa ciudad, como acto simbólico, en el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Maltrato Infantil.
Se trata del primer caso de historia forense de la Ciudad de México en que el cuerpo de un menor de edad no sea reconocido por familiares o conocidos, de acuerdo con el sitio denunciasmx.com
La autopsia realizada al cadáver por el Instituto de Ciencias Forenses mexicano determinó que Ángela fue abusada sexualmente y falleció por un traumatismo cráneo-cervical.
Las autoridades de ese país continúan investigando el caso y tienen como prueba las muestras de ADN de la niña, quien creen podría ser originaria de Centroamérica.
El cuerpo de Ángela fue enterrado en un espacio especial en el panteón Memorial de Naucalpan y no fue enviado a una fosa común, como todos los demás cuerpos de personas no identificadas.