Se han registrado daños materiales en las ciudades italianas de Liguria, Toscana y Venecia, así como en la isla francesa de Córcega.
Las fuertes tormentas eléctricas y los vientos huracanados que se registran en las ciudades italianas de Liguria, Toscana y Venecia y en la isla francesa de Córcega han dejado un saldo provisional de siete personas muertas, incluida una menor, así como decenas de heridos y numerosos daños materiales
En Venecia, los fuertes vientos desprendieron pedazos de ladrillo del campanario de San Marcos, que se encuentra frente a la famosa catedral homónima, al mismo tiempo que volcaron sillas y mesas.
En Toscana, donde se registraron vientos de 140 km/h, dos personas murieron al ser golpeadas por árboles durante el temporal y al menos otras 20 resultaron heridas, algunas de ellas de gravedad.