Un crimen perpetrado el 3 de mayo por un menor de 17 años ha conmocionado México.
Ese día la policía atendió una llamada sobre 2 personas heridas y cuando llegaron encontraron a una madre y su hija de 14 años con cortaduras y golpes e inconscientes en el suelo de la cocina.
La mujer de 39 años murió, pero la menor aún respiraba y fue trasladada al hospital donde murió a causa de sus heridas.
Un vecino alertó a la policía que había visto a un adolescente que entraba y salía del domicilio donde ocurrió el crimen con baldes llenos de agua. Según afirma la Procuraduría, el testigo dijo que el joven tenía manchas de sangre en el cabello, la cara y las mangas de la camiseta que vestía.
El adolescente le dijo que habían estado estudiando con unos amigos y que habían derramado pintura, por eso llevaba los cubos.
La policía se dirigió al domicilio del menor de 17 años y allí encontró una maqueta de la casa de las víctimas y un plano dibujado en un cuaderno escolar con los que habría planeado el crimen. De igual forma encontraron los objetos con los que se perpetró el crimen.
El menor actuó “en complicidad con otros dos jóvenes de 13 y 16 años”, afirma la Procuraduría.