La señora María Rosales Castro denunció públicamente al Hospital General de Tijuana, en México, por haber maltratado a su hija durante el proceso del parto a tal punto que decapitaron a su nieto.
Según la señora los galenos le advirtieron que el niño nació muerto y que presentaba una pequeña lesión en su cuerpo; sin embargo su mamá Iris Arleth, de 16 años de edad, aseguró que hay evidencia que la cabeza de su vástago fue cosida al cuello.
Los doctores aseguran por su parte que la joven, quien tenía 37 semanas de embarazo, fue sometida a una cesárea y que el bebé llevaba ya tres días de fallecido y que estaba mutilado; sin embargo la abuela asegura que los médicos le dijeron que el niño había nacido naturalmente.
El Hospital se lavó las manos
Luego de la denuncia de la señora dos doctores del Hospital General de Tijuana realizaron una conferencia de prensa que fue transmitida en Facebook en la que reconocieron el decapitamiento del bebé, sin embargo, añadieron que no era producto de una negligencia médica sino de el tiempo de «maceración del feto».
Según los médicos, la joven llegó al centro médico de urgencia y que al momento de la expulsión del bebé, la cabeza del recién nacido se desprendió debido al estado de maceración.
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Posted by El Sol de Tijuana on Friday, September 14, 2018