Al menos 160 personas murieron este domingo al desplomarse una iglesia ubicada en la región sur de Nigeria, la cual quedó completamente destruida.
Cientos de personas estaban hoy dentro de la Iglesia Internacional Reigners Bible, ubicada en la ciudad de Uyo, con motivo de la consagración como obispo de su fundador Akan Weeks cuando los pilares de metal cedieron ante el peso del techo.
El lugar era un desastre con partes de cuerpos, sangre y los bolsos y zapatos de los feligreses por todos lados, según comentaron los rescatistas.
Weeks y el gobernador del Estado Udom Emmanuel se encuentran entre los supervivientes.