Este jueves 8 de julio se cumplen cuatro años de que el cantautor argentino Facundo Cabral, fue asesinado por los ocupantes de tres vehículos que realizaron una emboscada cuando se dirigía hacia el aeropuerto La Aurora, de la capital guatemalteca.
El artista viajaba en una camioneta conducida por el nicaragüense Henry Fariñas, a quien el costarricense Alejandro Jiménez, alias “El Palidejo”, mandó a matar dentro de una disputa ligada al narcotráfico internacional, por lo cual ambos fueron capturados y enfrentan procesos judiciales.
Rodolfo Enrique (Facundo) Cabral nació el 22 de mayo de 1937 en La Plata, Buenos Aires, Argentina, y además de ser cantante, era reconocido por sus composiciones y sus producciones musicales.
La noche anterior a su muerte, Cabral había retornado a la capital guatemalteca desde la localidad de Quetzaltenango en donde dio su último concierto, y fue la canción «No soy de aquí, ni soy de allá» la última melodía que interpretó al auditorio.
Cabral, de 74 años, dejó una larga producción musical y profundas melodías de donde se extrae el siguiente texto: » Me gusta el mar y la mujer cuando llora/las golondrinas y las malas señoras / saltar balcones y abrir las ventanas /y las muchachas en abril”.
Cuatro días antes de su muerte, el cantautor argentino se presentó en el Teatro Nacional Rubén Darío, de Managua, en donde ofreció una entrevista exclusiva y grabó un afectuoso saludo para los oyentes de Tu Nueva Radio Ya.
Facundo Cabral fue: Cantante, compositor, escritor y dibujante argentino, cuyas presentaciones fueron noches de poesía y filosofía revestidas de música, anécdotas e historias.
El padre abandonó a la familia cuando Facundo Cabral era muy pequeño, quedando su madre a cargo de él y sus dos hermanos.
La infancia de Facundo Cabral transcurrió con muchas carencias. Fue encerrado en un reformatorio, de donde escapó al poco tiempo. En 1959 ya tocaba la guitarra y cantaba folklore.
Tiempo después, Facundo Cabral viajó de la Tierra del Fuego a Mar del Plata, una localidad de Buenos Aires, donde se empleó en un hotel.
El encargado del lugar le ofreció cantar, llamándose primero «El indio Gasparino» y más adelante usando su nombre verdadero.
En 1970 se conoció la canción «No Soy De Aquí, Ni Soy De Allá», que le da fama mundial a Facundo Cabral. Su vida tomó un rumbo espiritual, transformándose en un cantante de protesta y realizando, a través de sus canciones, críticas sociales.
Durante la última Dictadura Argentina (1976-1983), debió exiliarse en México, donde siguió trabajando incansablemente.
En 1984 regresó a la República Argentina, habiendo recorrido muchos países donde llevó su arte y pensamiento.
Desde ese momento, se asoció a Facundo Cabral con la lucha por la libertad, la justicia social y el amor.
En reconocimiento a su constante llamado a la paz y al amor, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) lo declaró “Mensajero Mundial de la Paz» (1996).