En una imagen inédita que subraya la grave crisis de seguridad que atraviesa el espectáculo en Perú, los integrantes de la popular orquesta de cumbia Armonía 10 se presentaron en un concierto el sábado portando chalecos antibalas bajo sus trajes corporativos.

El inusual hecho ocurrió durante un evento en el distrito de Lurigancho-Chosica, en Lima, donde la audiencia notó un abultamiento extraño en el torso de los músicos, que posteriormente fue confirmado como equipo de protección balística.
La medida es una respuesta directa a la creciente ola de violencia y extorsiones que azota al ambiente musical.
La decisión se tomó tras el reciente ataque armado sufrido por la banda colega Agua Marina en el Círculo Militar de Chorrillos, donde sujetos dispararon con una mini UZI desde la parte trasera del escenario, dejando al menos cinco heridos, incluyendo músicos y asistentes.
Miembros de Armonía 10 y su equipo de seguridad confirmaron que el uso de chalecos antibalas no fue improvisado, sino que ya contaban con ellos desde hace meses como una medida disuasoria ante posibles atentados y extorsiones.
La situación es especialmente tensa para la agrupación, que ya ha sido víctima directa de la violencia. En marzo de este año, su cantante Paul “El Ruso” Flores falleció tras un ataque armado al autobús de la banda en Lima, un antecedente que añade dramatismo a la decisión de subir al escenario protegidos.
Este acto ha generado conmoción y reactivado las alarmas sobre la seguridad de los espectáculos en vivo en el Perú.
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