Carlos Sarriá tenía 20 años, era de Alicante, España y padecía cáncer. Charlie, como todos lo llamaban, se hizo conocido en TikTok por contar con humor cómo era su vida con la enfermedad. Y llegó a tener más de tres millones de seguidores.
Sus papás revelaron la noticia por medio de las redes sociales de su hijo, con un mensaje que él dejó. “Adiós, hijos de puta, nos vemos en la otra vida (Charlie, 2002-2022)”, postearon en Instagram y en TikTok. En pocos minutos, tuvo más 20 millones de reproducciones.
Charlie fue diagnosticado con sarcoma de Ewing, un tipo raro de cáncer que se produce en los huesos o en el tejido blando alrededor de los huesos, hace cuatro años.
Charlie se burlaba de la enfermedad, pero también educaba sobre ella. Mostraba, sin tapujos, sus tratamientos en el hospital. Con optimismo, contaba cómo mantenía la relación con su familia y su pareja en el contexto de la enfermedad y las entradas y salidas hospitalarias. Se definía como “un chaval normal, pero con cáncer” o “el del cáncer que hace cosas”.