La cantante posteó un video en el que habla del dolor que le producen esas pérdidas, y cuenta cómo se siente en medio de la cuarentena.
«Diario de cuarentena, número 9. No siempre podemos tener un buen día». La voz de inconfundible voz de Madonna se desprende de su posteo con una naturalidad, o más bien «neutralidad expresiva» que estremece.
«Y cuando ese indicador llega a 10, necesito, deseo, tengo que salir de mi cuerpo». “Una lanza ardiente se abre paso en mi interior y se desliza por mi pierna, y no puedo concentrarme en nada excepto en la idea de una solución, y me pregunto qué forma tomará”, dice entonces la cantante.
Pero Madonna no se detiene ahí. Al contrario, avanza sobre las causas de ese dolor. «En las últimas 24 horas murió mi primo, murió el hermano de mi guardaespaldas, murió Orlando Puerta, una persona que jugó un rol muy importante en mi vida, en términos de llevar mis remixes a tener un lugar en los charts de música bailable, lo cual ocurrió debido a la pasión y el compromiso que tuvo Orlando hacia mi música», cuenta.
Y concluye en que esas tres muertes, ocurridas en el transcurso de tan solo 24 horas, afectaron su estado de ánimo.
Acto seguido, la diva exhibe frente a la cámara la imagen de una pequeña escultura que cabe en la palma de su mano. Es la silueta de un cuerpo hecho un ovillo, encogido. «Esta soy yo. Así es cómo me siento cada día, cómo duermo todas las noches, así es cómo me baño, así es cómo hago ejercicio; así es como vivo en este momento”, dice Madonna, quien entonces admite sentirse intolerante, y se despide arrancando la hoja de la máquina.